SANTO DOMINGO. Tras describir la urdimbre tendida por varios oficiales de la Marina de Guerra, en el plan del presunto tumbe de 1,200 kilos de cocaína, supuestamente decidido el 3 de agosto en la residencia del imputado Luis Lara Martínez, el contralmirante Edwin Dominici Rosario, reveló que Robert Peña Valdez negoció con el Ministerio Público para no ser incluido en el expediente.
El ex jefe de los servicios de inteligencia de la Marina de Guerra declaró, durante un maratónico interrogatorio en calidad de testigo a cargo del MP, que el ex capitán de la Marina de Guerra, Edward Mayobanex Rodríguez Montero, ordenó dar un tiro de gracia al sobreviviente de la matanza de Paya, Orin Clinton Gómez, porque se estaba moviendo.
Reveló que Peña Valdez tuvo participación directa en las dos reuniones que se efectuaron, para materializar la ejecución de los extranjeros.
Conforme con su exposición por ante el juez del Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Román Berroa Hiciano, parte de la droga fue llevada a la casa de Lara Martínez y luego a la zona oriental de la capital a donde el ex teniente coronel de la Marina, Ricardo Guzmán Pérez, a quien posteriormente se le incautaron ocho kilos.
Tras revelar que quien dirigió el operativo fue Guzmán Pérez, Dominici reveló que la droga estaba distribuida en ocho paquetes.
Mientras que el colombiano René Rueda Martínez (El Capi) identificó a Rodríguez Montero, a Genaro Silverio Balbuena y el capitán de corbeta Arias Fernández. El oficial dijo que éstos dos últimos no están incluidos en el caso Paya.
Comentó que durante las pesquisas, Tapia Balbuena y el ex capitán Jorge Luis Chalas dieron el dato de que eran 1,200 kilos de coca.
José Luis Montás (El Duro Motors) estuvo en una reunión en la que participó Peña Valdez.
Dominici declaró que Chalas admitió que Lara bajó de un segundo nivel de su residencia de Baní con las dos armas de la matanza.
Dardos contra dominici y MP
Al retomar la audiencia en horas de la tarde, luego del testimonio de Edwin Dominici, les tocó el turno de réplica a los imputados que señalaron la declaración del contralmirante de falsa y se desligaron de todos las acusaciones hechas durante su testimonio. Los dardos también fueron dirigidos contra el Ministerio Público, en especial al fiscal Francisco Polanco, a quien Andrés Tapia Balbuena acusó de "dictarle" lo que tenía que decir ante el juez. El juicio continuará el próximo jueves, 10 de diciembre, con el testimonio de coronel Adolfo Sánchez Pérez
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