jueves, 31 de diciembre de 2009

Vecino de San Luis se dedica a ver las placas de los carros fúnebres para jugar la lotería



San Luis.- Un vecino de este Distrito Municipal ha desarrollado la extraña costumbre de observar con detenimiento las placas de todos los carros fúnebres que pasan frente a su vivienda para hacer sus apuestas diarias en la lotería.

El hombre, un anciano de 89 años, ya retiraqdo se sienta frente a su vivienda, en la carretera Mella "a tomar sol" cada mañana.

Un día, por casualidad, observó la placa de uno de esos carros fúnebres y lo jugó. El número salió premiado.

Desde entonces, cada día hace la observación con pasión y entusiasmo.

Reside a unos dos kilómetros del cementerio Cristo Salvador y, por la puerta de su residencia, deben pasar todos los cortejos fúnebres que van hacia ese campo santo.

Su entusiasmo crece más cuando el muerto "es un grande", porque esos "van lentos y uno puede ver la placa con más facilidad".

Sin embargo, se irrita cuando el carro fúnebre va demasiado rápido y él no alcanza a ver la placa.

Al atardecer se reune con algunos amigos, tan viejos como él, para hacerle una relación de todas las placas que tiene anotadas y proceden a hacer unas extrañas composiciones para determinar cuál será la forma de hacer sus jugadas.

Es un ritual diario.

Cuando no puede alcanzar a ver alguna de las placas de los carros fúnebres, le pide a alguno de sus hijos o vecinos que corran para verlo y se lo digan.

Está más que convencido de que, cuando el cortejo va muy lento, es porque el difunto o difunta, quiere que vean el número de la placa para ayudarle a sacarse la lotería.

-"Papá hace mala sangre cuando no puede ver las placas y nosotros tememos que un día le pase algo malo, porque él sufre del corazón", dijo uno de sus hijos que ya está acostumbrado a esa extraña costumbre de su padre de vivir buscan la suerte en la muerte de otros.

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