WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy que "ninguna fe justifica estos actos asesinos", al participar en el funeral de las 13 víctimas de la matanza el pasado jueves en la base militar de Fort Hood, en Texas.
"Sus seres queridos perduran en la vida de nuestra nación", declaró Obama en una emotiva ceremonia a la que asistieron 15.000 personas, según la cifra proporcionada por el Ejército de Tierra estadounidense.
El presidente aseguró que el culpable de la matanza, en la que también quedaron heridas una treintena de personas, "tendrá que encarar la justicia, en esta vida y en la de más allá".
La matanza se atribuye al psiquiatra militar Nidal Malik Hassan, de 39 años y que el martes salió del coma en que se encontraba.
martes, 10 de noviembre de 2009
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