miércoles, 14 de octubre de 2009

Preocupa desatiendan Ley Partidos

El incumplimiento en la Asamblea Revisora de los acuerdos Leonel-Miguel, en la parte relativa a la composición del Consejo Nacional de la Magistratura, coloca al Partido Revolucionario Dominicano en una encrucijada que, según altos dirigentes perredeístas, debe llevar al partido a ponderar si impide la aprobación final de la reforma, para lo cual puede reunir los votos suficientes.

Lo que preocupa a influyentes dirigentes perredeístas es si luego de que se le apruebe la reforma constitucional, el Partido de la Liberación Dominicana alegaría, como se acaba de hacer, una rebeldía de parte de sus legisladores para no aprobar, o simplemente “dejar sobre la mesa”, la Ley de Partidos.

La aprensión se produce dado que ya antes ambos partidos habían garantizado la aprobación de la reforma constitucional a que inmediatamente sería aprobado el proyecto de ley de Agrupaciones y Partidos Políticos, que según los perredeístas es esencial para controlar el gasto desaforado del Gobierno en sus campañas legislativas y municipales de 2010 y las presidenciales de 2012.

La decisión aprobada el lunes en la asamblea revisora ha colocado al PRD en el dilema de dejar pasar y dejar hacer, o procurar una garantía aún mayor que la “sagrada palabra del Presidente”, desestimada por los peledeístas que decidieron dejar como está en la Constitución la composición del Consejo Nacional de la Magistratura, que elige a los jueces de la Suprema Corte de Justicia, complaciendo a sus aliados del Partido Reformista Social Cristiano, que protestaron el acuerdo peledeísta-perredeísta.

Lo acordado entre Fernández y Vargas fue que correspondería a la mayoría opositora congresual los dos puestos “de partido distinto”, al de los presidentes de ambas cámaras, ahora personificados por los peledeístas Reinaldo Pared Pérez y Julio César Valentín.

Como ha quedado en la reforma, el PLD simplemente deja esas dos posiciones en manos de sus aliados reformistas, excluyendo a la “segunda mayoría”, que ostenta el PRD y que según esta organización “es una categoría de Estado que otorga el electorado con sus votos y que debe ser respetada por la clase política, sin importar quién dirija o quién esté en la oposición”.

Según se ha explicado, Miguel Vargas accedió a rubricar un acuerdo con el presidente Fernández para impulsar aspectos que dieran fortaleza a la institucionalidad democrática, y por eso puso como condición fundamental la prohibición de la reelección presidencial, a la que atribuye ser un factor de gran distorsión, de debilitamiento de las instituciones y contaminación de la práctica política.

Para Vargas, la Ley de Partidos es la otra gran conquista democrática del presente proceso, y aunque no fue incluido en el pacto firmado entre ambos líderes el pasado 14 de mayo, fue agregado como parte de la agenda consensuada por comisiones bipartitas que incluyen a los dirigentes Pared, Neney Cabrera, Virgilio Bello rosa, César Pina, Julio César Valentín y Milton Ray Guevara, entre otros.

Vargas ha recibido críticas desde su propio partido por pactar con el presidente Fernández, entre otros de dirigentes como el ex presidente Hipólito Mejía, quien ha sido reiterativo en afirmar que en los peledeístas no se puede confiar y que engañan al presidente del PRD.

PLD en acuerdos tripartitos

El presidente Leonel Fernández y el PLD firmaron acuerdos con el PRD y el PRSC, por separado, que en determinados momentos favorecen a ambos, según el escenario, como ocurrió con el CNM. Leonel pactó con Miguel Vargas la aprobación de varios artículos en la reforma.

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