lunes, 8 de marzo de 2010

Boicot a la puesta en circulación de la obra de Angelita Trujillo

Desde mi ventana…
Renteria Montero P.

-Ruidos de patriotas, que se envuelven en banderas; confunden la patria con la sordidez de sus cavernas- Ismael Serrano.

La boicoteada puesta en circulación del libro “Trujillo, mi padre” de la autoría de Angelita Trujillo, hija menor del dictador, pone de relieve la intolerancia colérica que aun reside en nuestra sociedad “moderna”.

Basta que algún osado aborde la época del tirano y su intríncale, desde una óptica diferente a la que nos han enseñado, para que el barniz de la tolerancia de muchos se agriete y desaten los demonios.

Es sorprendente como un grupo de personas, creyéndose mas dominicanos que otros, se aboguen el derecho de acallar a la fuerza la puesta en circulación de un libro.

La misma o peor suerte corrió la obra “Memoria de una dama” del escritor peruano, Santiago Roncagliolo, llegando incluso a prohibirse la circulación del libro en el país.

¿Acaso no es por este derecho que se ha luchado tanta? Por un derecho que nos permita disentir y combatir, pero en el marco de las ideas; sin bofetadas; sin abusos ni nada que se le parezca.

Es tiempo de que los resabios y el aguante al tema del tirano se dejen de lado. Trujillo, es parte intrínseca de nuestra historia y nos guste o no, sus luces y sombras son partes de ella y no nos hace bien tratar de ocultar unas y exhibir otras.

Esos ruidos absurdo e inexplicable, solo provocaran el interés de las personas en torno a estos libros. Además, la gente tiene derecho a leer estas obras y hacerse su propio juicio de valor, sin que nadie le manipule.

La corrupción pública y privada, el narcotráfico, la pobreza y la exclusión social que coexiste en el país, deberían de generar este tipo de reclamos y discusiones encendidas entre estos grupos de patriotas, pero eso no sucede.

Es una pena que la rabia ciega de los allí presente, no haya permitido que el contenido del libro “Trujillo, mi padre” fuese debatido y analizado en el marco del debate de las ideas y la tolerancia.

No hay ley que valga, ni grupos que resollen sus temores, esto es un derecho, no solo de Angelita Trujillo, por igual cualquier dominicano puede escribir un tema  de actualidad o historico que sea interesante para las futuras generaciones. 

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